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etapas de la crisis familiar

Las crisis ocurren en una serie de etapas:
1) Se eleva la tensión al comienzo por el impacto del suceso externo.
2) La tensión aumenta más porque no se puede enfrentar la nueva situación con la norma habitual de conducta.

3) Al incrementarse la tensión, se movilizan otros recursos que pueden desembocar en varios resultados: reducción de la amenaza externa, éxito en el enfrentamiento con la situación, redefinición del problema, etc.
4) Si nada de lo anterior ocurre, la tensión aumenta hasta provocar una grave desorganización emocional.
-Las reacciones frente a una crisis pueden ser al comienzo dos: llanto o negación de la crisis.
El llanto puede conducir a la negación o a la intrusión. Esta última significa sentirse invadido por sentimientos de dolor, imágenes del impacto, pesadillas, etc.
La intrusión lleva a la penetración, proceso donde se expresan, identifican y divulgan pensamientos, sentimientos e imágenes de la experiencia de crisis. Implica definir problemas, tomar decisiones o aprender soluciones nuevas, movilizar recursos personales o externos, reducir efectos desagradables, etc. La penetración lleva la etapa final, que es la consumación, o integración de la situación de crisis dentro de la vida del individuo. La crisis puede dar como resultado un mejoramiento o un empeoramiento del sujeto.

La mujer genera la crisis

De acuerdo al doctor Maestre, el crecimiento de la mujer también genera la crisis debido a que ahora toma decisiones y el hombre ahora no sabe cómo funcionar, cuál es su rol, cuál es su papel.
“No solamente es la mujer, sino la mujer que genera una situación de crisis en el hogar en la que tengo mucha fe que se va a resolver. Los roles maternos y paternos son distintos y en algún momento se va recuperar la paternidad, que es muy necesaria”, sostuvo.

Propuesta de intervención ante las crisis familiares

Antes de poner en práctica los procedimientos que apoyen y guíen a la familia a la recuperación, es necesario hacer una evaluación de la situación familiar, donde se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Tipo de evento ocurrido, experiencias previas, intensidad de los factores estresantes.
  2. La forma en que afectó a la familia, grado de desorganización y la conducta familiar reactiva ante el evento.
  3. La historia de otras crisis familiares, los mecanismos de resolución de las crisis usuales, y los métodos de que dispone la familia para enfrentar las crisis.
  4. Habilidad para adaptarse a la nueva situación, grado de flexibilidad del sistema familiar.
  5. Nivel de apoyo disponible y de recursos familiares en general.
  6. Nivel de aceptación de la ayuda.
Estos elementos pueden brindar, en alguna medida, una valoración de los posibles pronósticos de la capacidad adaptativa de la familia.